3.6. VALORACIÓN DE LOS APÓSITOS USADOS
- Indicios de fuga de exudado: Es conveniente realizar una inspección Inspeccione para detectar fugas de exudado y cualquier modificación efectuada por el paciente para contener el exudado (por ejemplo la utilización de bolsas de plástico). El suelo, los zapatos del paciente, la ropa de cama y las prendas de vestir también pueden indicar la presencia de fugas de exudado. ¿Se detecta olor antes de retirar el apósito?
- Evaluación de los apósitos/vendajes secundarios: ¿Traspasa el exudado? Evalúe el peso/humedad del apósito, así como el color, consistencia y olor del exudado.
- Evaluación del apósito primario actual aplicado y tras su retirada: ¿Traspasa el exudado? Evalúe el peso/humedad del apósito, así como el color, consistencia y olor del exudado.
- Facilidad para retirar el apósito: Evalúe la adhesión del apósito. Evalúe la presencia, cualidad y grado de cualquier tipo de dolor durante el procedimiento.
- Frecuencia de cambio del apósito: ¿Resulta adecuada la frecuencia de cambio del apósito para el paciente y la herida? ¿Se ha modificado recientemente la frecuencia de cambio del apósito? ¿Cuánto tiempo ha estado colocado el apósito actual? Pregunte al paciente cuánto tiempo ha transcurrido entre el cambio del apósito y la aparición de paso o fuga de exudado.
- Tipo y fijación del apósito: ¿Resulta adecuado el tipo de apósito? ¿Es el apósito cómodo, adaptable y flexible? ¿Resulta adecuada la fijación para el paciente y el apósito? ¿Se mantiene el apósito en su lugar? ¿Lesiona la piel el método de fijación? ¿Resulta suficiente el sellado ofrecido por el apósito y la fijación para evitar la fuga de exudado?
Situación |
Indicadores |
Seco |
El lecho de la herida está seco; no hay humedad visible y el apósito primario no está manchado; el apósito puede estar adherido a la herida. Es posible que éste sea el ambiente de elección para las heridas isquémicas. |
Húmedo |
Hay pequeñas cantidades de líquido visibles cuando se retira el apósito; el apósito primario puede estar ligeramente marcado; la frecuencia de cambio del apósito resulta adecuada para el tipo de apósito. En muchos casos, éste es el objetivo en el tratamiento del exudado (Figura 3.13) |
Mojado |
Hay pequeñas cantidades de líquido visibles cuando se retira el apósito; el apósito primario se encuentra muy manchado, pero no hay paso de exudado; la frecuencia de cambio del apósito resulta adecuada para el tipo de apósito. Desde el punto de vista del coste-efectividad un apósito mojado que ha permanecido colocado al menos 4 días sería el indicado encontrarse al retirar la cura.
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Saturado |
El apósito primario se encuentra mojado y hay traspaso de exudado; se requiere una frecuencia de cambio del apósito mayor de la habitual para este tipo de apósito; la piel peri-lesional puede encontrarse macerada.
Evaluar la posición del apósito respecto a la gravedad en la posición más habitual del paciente para descentrar la colocación.
Puede ser necesaria una colocación no centrada sobre la herida con ruptura de la capa impermeable con una tijera estéril del apósito primario para dejar paso al exudado a otro apósito secundario (alginato, espuma, gasas, algodón).
En los apósitos hidrocoloide el indicador de cambio lo indica el abombamiento producido al absorber las secreciones de la herida y cuando estas se aproximen a 1,5 o 1 cm. del borde del apósito.
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Con fuga de exudado |
Los apósitos se encuentran saturados y hay fugas de exudado de los apósitos primario y secundario hacia las ropas o más allá; se requiere una frecuencia de cambio del apósito mucho mayor de la habitual para este tipo de apósito.(Figuras 3.16 y 3.17)
Puede que el tamaño del apósito sea inferior al que necesita la herida, valorar el coste efectividad. Si se trata de úlceras por decúbito muy grandes o en úlceras que se han de curar diariamente durante más de un mes puede ser más efectivo pequeños desbridamientos quirúrgicos y una cura tradicional con cadexomero, gasas, compresas y pañal (sacro, trocánter), considerándose este último un apósito más.
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Tabla: Estrategias para lograr el ambiente húmedo deseado de la herida
Objetivo |
Estrategias* |
Aumentar la humedad de la herida |
- Elegir un tipo de apósito para conservar o aportar humedad
- Utilizar una presentación más fina (menos absorbente) del apósito actual
- Disminuir la frecuencia de cambio del apósito
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Mantener la humedad de la herida |
- Seguir con el régimen de apósitos vigente
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Reducir la humedad de la herida |
- Utilizar una presentación más gruesa (más absorbente) del apósito actual
- Cambiar a un tipo de apósito con una mayor capacidad de manejo de líquidos
- Agregar o utilizar un apósito secundario de mayor absorción
- Aumentar la frecuencia de cambio del apósito primario o secundario
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* Nota: Es importante revisar las estrategias de manera periódica y prever la necesidad de ajuste |