GESTIÓN CLÍNICA DE CURAS Y APÓSITOS

3. Gestión clínica de los apósitos en las curas Concepto de gestión de heridas y objetivos Concepto de rendimiento del apósito Factores que disminuyen el tiempo de permanencia de un apósito Factores que intervienen en el rendimiento de absorción de un apósito Gestión del exudado Valoración de apósitos usados Relación entre rendimiento y efectividad Conclusión

Una de las piezas claves de la gestión sanitaria son sus profesionales, por ser los conocedores de sus pacientes, procesos, métodos y recursos materiales necesarios para atender las necesidades de salud
En concreto en la gestión de apósitos, es fundamental tener presente que no hay diferencias en la eficacia clínica de un tipo de producto de cura de ambiente húmedo sobre los otros tipos1.
La herida es un sistema evolutivo que debe ser tratado de forma diferente, según sea su fase de evolución y el estado general del paciente, siendo práctica habitual cambiar de apósito en función del momento y necesidades del paciente4.
Los protocolos de curas cerrados en los que las curas se realizan a intervalos fijos en días y horas basados en los turnos y horarios laborales, no contemplan los procesos internos de una herida que no guardan relación directa con un periodo de tiempo fijo.

Saber en cada momento qué tipo de actuación o cambio es necesario dará como resultado la eficiencia o no del tratamiento aplicado. Las circunstancias clínicas producen efectos paradójicos de eficiencia, por ejemplo con un apósito de bajo coste se pueden conseguir los mismos resultados de cicatrización que con otro mucho más caro y a la inversa, con uno de mayor precio ahorrar costes por reducción del número de curas,  e incluso incrementar los costes notablemente por su uso inadecuado como puede ocurrir con el mantenimiento de un apósito antimicrobiano o una aplicación rutinaria sin estar indicada.

3.1. CONCEPTO DE GESTIÓN DE HERIDAS Y OBJETIVOS

Se entiende por gestión de curas y heridas la capacidad para disponer, dirigir, ordenar y organizar el tiempo, los materiales, y las personas que permiten que las heridas crónicas sean tratadas, evaluadas, y curadas con los medios disponibles en cada entorno laboral, de la manera más eficaz y eficiente.

Comprender la importancia y responsabilidad de las personas que intervienen es lo más importante y a la vez lo más difícil de conseguir. Cualquier fallo, error, retraso, o desmotivación en los profesionales, puede derivar en un fracaso la curación de las heridas. Es importante detectar y corregir errores que mejoren la gestión y la calidad asistencial.

El objetivo principal de una herida crónica es siempre lograr su cicatrización o curación completa pero a la vez existen otros objetivos secundarios (Cuadro 2) de gran importancia:

  • Conseguir y mantener la ausencia de infección.
  • Ausencia y/o disminución del tejido no viable para la cicatrización (tejido necrótico, tejido fibrinoso).
  • Conseguir un lecho ulceral propicio para la cicatrización (tejido de granulación en un alto porcentaje de la superficie del lecho de la herida).
  • Mantener la piel perilesional sana, sin maceración, eczemas, dermatitis, alergias.
  • Ausencia de dolor que conlleve a un sufrimiento del paciente.
  • Conseguir disminuir las dimensiones de la herida.
  • Conseguir mantener y/o aumentar la calidad de vida al paciente y familiares.
  • Lograr un tratamiento costo-efectivo
Cuadro 2: Objetivos secundarios a la cicatrización o curación completa. Fuente elaboración propia

Cuando el objetivo principal de cicatrización se considera imposible (grandes úlceras por decúbito en pacientes con desnutrición y poca esperanza de vida, úlceras tumorales o arteriales sin posibilidad de revascularización), se han de considerar como objetivos principales: la ausencia de dolor y olor, y la calidad de vida de pacientes y familiares, para conseguir mantener y/o aumentar el nivel de las actividades de la vida diaria con el menor gasto posible.

3.1.1-ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN LA GESTIÓN DE CURAS Y HERIDAS

La cura de una herida es una actividad muy representativa del profesional de enfermería. La gestión de las curas más complejas, generalmente se basa en  protocolos o documentos que estandarizan la forma de realizar la cura para disminuir la variabilidad interprofesional.
En un protocolo de cura de una herida crónica no debería faltar una planificación y una evaluación sistemática de aspectos directos e indirectos.

3.1.1.1 Aspectos de planificación y evaluación DIRECTOS relacionados con la curaleer mas

  • Quien o quiénes realizan la cura.
  • El lugar donde se realiza la cura (hospital, centro de salud, domicilio).
  • Selección de los materiales disponibles para realizar las curas previstas.
  • La ejecución que va a tomar la cura especialmente en: colocación, disposición y fijación de materiales (especialmente apósitos de CAH).
  • La valoración de las curas retiradas en: rendimiento, degradación y cambios en los materiales utilizados.
  • Fijar y establecer el periodo de mantenimiento y retirada. ¿Cuánto tiempo debe estar colocada la cura?
  • Reevaluar el diagnóstico de la lesión. (Existe la posibilidad de que el diagnóstico inicial no sea el correcto).
  • Valoración de la herida (dimensiones, tejido, exudado, bordes: algoritmo TIME11).
  • Cuanto tiempo mínimo es necesario utilizar un producto antes de evaluar sus resultados
  • Si existe un cambio de tratamiento, se deben contestar a las preguntas ¿Por qué realizó el cambio?, ¿Qué datos objetivos se aportan para justificar el cambio?

3.1.1.2 Aspectos de planificación y evaluación INDIRECTOS relacionados con la cura leer mas

Valoración  y/o búsqueda de:

  • La evidencia existente de los tratamientos aplicados, disponibles.
  • La experiencia previa del profesional con los tratamientos aplicados y disponibles.
  • El paciente y su relación con la cura en cuanto a confort, dolor y riesgos sobre la cura. Nicturia, incontinencias, infecciones de orina, mareos, antecedentes de caídas.
  • La actividad del paciente en cuanto a movilidad y actividad que pueda suponer riesgo para la integridad de la cura.
  • Valoración de la vivienda, habitación de hospital o centro sociosanitario: en riesgos reales y potenciales de caídas especialmente habitación, cama, baños, accesos, iluminación etc.
  • Ayuda familiar, o de cuidadores externos en relación a la conservación y mantenimiento de la cura y tipo de higiene realizada.
  • Las medidas preventivas para evitar efectos nocivos en la cura (presiones, golpes, mojaduras) y producción de nuevas heridas.
  • La previsión de los recursos materiales que existen en el centro sanitario o domicilio para atender las necesidades de la cura a corto y medio plazo.
  • Los profesionales que van a atender al paciente en cuanto a turnos, horarios, desplazamientos etc., necesarios para realizar la cura.
  • El coste-efectividad global desde la primera a la última cura realizada.(registro de nº de curas, materiales utilizados y precios)

3.1.2 Registro de datos

No se puede entender la gestión de las heridas sin registrar la información que aportan el paciente, la herida y los materiales utilizados en las curas.
Establecer qué datos son básicos registrar para evaluar una herida crónica, debe ser también un objetivo a tener en cuenta en la gestión de las heridas y apósitos. En la Figura 3.2.1. se detalla un ejemplo de registro de datos en Medora, y en la Figura 3.2.2., un ejemplo de la herramienta PUSCH12 para la valoración de la evolución de úlceras por presión.