Si acostumbras a quitar el polvo con ese spray que te lo deja todo brillante y a limpiar ese filtro de agua que tienes en tu lavavajillas, te acordaras de Giovanni Battista Venturi que inventó en 1797 el efecto físico Venturi, y de Whillen Johan Kolff inventor de la primera máquina de diálisis en 1945, sin lugar a dudas, los precursores del tratamiento y apósito siguiente.
Un grupo de investigadores alemanes y estadounidenses16 han publicado en 2012 un tipo de cura que combina el trasplante mediante aerosol de células de piel, y un diseño de apósito a base de fibra hueca artificial con función de membrana capilar, indicado para quemaduras y heridas crónicas.
El apósito para heridas activo, puede proporcionar per fundidos a través de sus membranas capilares de fibras huecas a modo de lecho artificial extracorpóreo. Está formado por membranas microporosas de material plástico (polisulfona) utilizadas habitualmente en técnicas de separación de plasma.
La técnica consiste: primero se realiza un injerto o trasplante de células del propio paciente o donante, con una pistola de aerosol, después se cubre la zona con el apósito artificial capilar compuesto por dos extremos, por un lado se realiza perfusión con una nutrición clínica de solución tampón, que proporciona irrigación de la herida y regula el pH y electrolitos para mantener el equilibrio, por el otro extremo se recogen los desechos producidos. Este apósito se cubre con un segundo apósito oclusivo.
Los autores en sus conclusiones nos comentan: creemos que esta terapia introdujo un nuevo concepto y propone un enfoque prometedor para hacer frente a algunos problemas actuales existentes en la curación de heridas.
Hacen falta estudios futuros de investigación con animales de experimentación que deben incluir pruebas de compatibilidad de las células de la piel y las membranas empleadas, y la búsqueda de un régimen de dosificación óptima del apósito con membrana de perfusión para nutrir las células proporcionadas a la herida.
Si eres enfermera de nefrología seguro que habías pensado antes de leer esto, en cómo y cuándo se curarán, las úlceras sin cicatrizar de tus pacientes diabéticos, que lleva años tumbándose en esa camilla de diálisis. Al menos puedes decirles que la solución puede estar justo a su lado.