Después de leer el siguiente tipo de apósito, cuando chupes la gamba en tu casa o en ese bar que está frente a la entrada de las murallas de Ávila, no tiraras los restos, sin pensar en las heridas. Si tenemos las mejores gambas del mundo (Huelva), podremos presumir de producir el mejor quitosano y dejar a China en segundo lugar.
El quitosano12 (chitosan en ingles) se produce comercialmente mediante la desacetilación de la quitina, que es un elemento estructural del exoesqueleto de los crustáceos (cangrejos, gambas, langostas, etc.), es un bioadhesivo que puede ligarse a las superficies cargadas negativamente tales como las membranas mucosas. Debido a esta propiedad física, permite el transporte de principios activos polares a través de las superficies epiteliales, siendo además biocompatible y biodegradable. Las cualidades de purificación de los quitosanos hacen que se apliquen en medicina, depuración de aguas, decantación de vinos etc.
Gladys Velazco13 del laboratorio Integrado de Biologia Molecular de Los Andes, Merida, Venezuela, publica en el 2012 un caso clínico en el que nos informa de las propiedades biológicas únicas del quitosano, entre las que se incluyen su biocompatibilidad, biodegradabilidad, además de su marcada actividad antibacteriana y de favorecimiento de la quimotaxis, destacando su miscibilidad al unirse a otros compuestos, pudiéndose elaborar apósitos con aplicaciones en la regeneración de tejidos. Nos aporta un caso clínico con apósitos de quitosano en un paciente con una úlcera de pie diabético, curada inicialmente con alginato cada cuarenta y ocho horas, sin evolución clínica significativa, decidiendo comenzar las sesiones de curas con apósitos a base de quitosano con cambios cada ocho días, la herida cicatrizo a los 45 días.
En sus conclusiones expone: los apósitos a base de quitosano representan una opción de tratamiento efectiva, económica, accesible, y fácil de preparar. Lograr instaurar los métodos a base de películas regenerativas podría representar nuevas terapéuticas en la regeneración directa de tejidos afectados.
Si nos fijamos en las imágenes nos llama la atención el aspecto del lecho de la herida a través de la transparencia del quitosano, observamos un lecho de color necrótico en lugar del típico rojo del tejido de granulación. ¿Será la degradación propia del quitosano?
Por cierto al ver estos apósitos cualquiera diría que se tratan de otra cosa y es que las apariencias engañan.